martes, 12 de abril de 2011

¡Qué importante es ser amable!

La amabilidad es hacer lo que más convene a otra persona según lo que necesita en ese momento"

Tony de Mello.

"Podemos pagar un préstamo de oro, pero siempre estaremos en deuda con los que han sido amables con nosotros"
Proverbio malayo.

Se considera una persona amable? Ha cultivado la amabilidad? Le ha costado ser amable? Que se lo ha impedido?, son algunas interrogantes que ya deben tener respuestas

Wikipedia nos comenta sobre el tema,que Amabilidad es considerada como una de las Virtudes de un Caballero, y es un reconocido valor en muchas culturas y religiones

Lo cierto, que la amabilidad se define como “calidad de amable”, y una persona amable es aquella que “por su actitud afable, complaciente y afectuosa es digna de ser amada”.

Un trato amable es un trato con los demás “afable, complaciente, afectuoso”, dice el diccionario de la RAE. Ser amables es un paso más allá de la educación. No es amabilidad saludar al entrar en un lugar o al despedirnos cuando nos vamos: eso es, simplemente, educación. La amabilidad es tener en cuenta a la persona que tenemos a nuestro lado, darnos cuenta del servicio que nos presta y agradecérselo; es saber olvidarnos, por un momento, de nosotros para ocuparnos de quienes nos rodean y manifestándoles nuestra atención con hechos, en detalles.

La amabilidad no puede confundirse con el servilismo, el camino para conseguir un beneficio o con la hipocresía. Es la consecuencia de un afecto,- por tanto algo salido del corazón -, hacia la persona con la que nos relacionamos y eso ¡se nota!.

Ceder el paso a una persona mayor al subir al autobús es educación, subirla el paquete que lleva en la mano para que lo haga con mayor facilidad, es amabilidad. Evitar en el comportamiento hacia los demás distintas formas de agresividad: modales bruscos, tono elevado de voz, vocabulario grosero, determinadas miradas, que por sí solas dicen tantas cosas, son distintas formas de amabilidad.

Amabilidad es, también, tratar, - si no es posible con cordialidad, al menos con el respeto y el reconocimiento que merecen las personas que nos prestan un servicio. Saber tener, al menos alguna vez, una palabra afectuosa para agradecer los servicios que nos prestan el zapatero que nos arregla el calzado, la persona que nos atiende en la peluquería o el empleado de la gasolinera que llena el depósito de nuestro coche, son detalles de amabilidad.

Definitivamente indica Angel Sanchez, que : La amabilidad es la manera más sencilla, delicada y tierna de hacer realidad un amor maduro y universal, libre de exclusivismos. Ese amor que dice “te necesito porque te amo” y no “te amo porque te necesito”. Es entonces cuando la amabilidad se conviete en una constante, porque el comportarse de manera complaciente y afecutosa con los demás, sentir su felicidad es lo mismo que sentir la propia dicha y alegría compartida.La amabilidad es un claro exponente de madurez y de grandeza de espíritu.

Por ultimo, se se nos recuerda tener PRESENTE sobre la Amabilidad

  1. Sonreír siempre, aun sin ganas y a solas para entrenarte.
  2. No decir NO ni a un mandato ni a una súplica.
  3. Evitar al prójimo todos los disgustos posibles.
  4. Mostrarme contento y satisfecho aunque la procesión vaya por dentro.
  5. Esforzarme por ser simpático y más aún a los que me son antipáticos.
  6. Saber mandar bien para ser obedecido con gusto.
  7. Si tengo que reprender, que domine mi genio y después reprenderé.
  8. Hacer agradable mi trato a las personas que conviven conmigo.
  9. Usar formas amables con todo el mundo.
  10. Si me equivoco, reconocerlo

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