sábado, 19 de noviembre de 2011

El misterio de la ionosfera lunar


Los astronautas de la misión Apolo 15 aseguraban haber visto un extraño brillo sobre el horizonte de la Luna. Cuarenta años después, un joven físico ha utilizado sus conversaciones para proponer una solución a un viejo misterio. ¿Tiene la Luna ionosfera? ¿Y cómo puede un mundo que no tiene aire tener una ionosfera? La NASA resume estos hallazgos en un vídeo explicativo.

Contra todo mito: diez razones para comer huevo






Considerado un "alimento funcional" por su cualidad de proporcionar una ventaja fisiológica adicional más allá del cumplimiento de las necesidades alimentarias básicas, ya hay quienes lo llaman "el alimento del futuro".


Hoy se celebra el Día Mundial Del Huevo, como epílogo de la Semana Mundial Del Huevo. Esta celebración se realiza en los 153 países que integran la Comisión Internacional del Huevo (International Egg Commission) con diversos festejos y celebraciones, aprovechando la oportunidad para difundir los valores nutritivos del huevo y los beneficios que nos aporta para las diferentes etapas de la vida.

Actualmente el huevo es considerado alimento funcional, ya que cumple con las definiciones de diferentes organizaciones como la del Instituto de los Tecnólogos del Alimento que los define como aquellos alimentos que proporcionan una ventaja fisiológica adicional más allá del cumplimiento de las necesidades alimentarias básicas y son considerados los alimentos del futuro por aportar beneficios extras para la salud.

Otros ejemplos son: los tomates por su licopeno, el té por sus polifenoles y los productos lácteos fermentados por su contenido en prebióticos. De acuerdo a la categorización de la Asociación Dietética Americana (ADA) los huevos son alimentos que se encuentran naturalmente enriquecidos con componentes fisiológicos activos.

Dentro de los beneficios funcionales más importantes que se le atribuyen se encuentran la gran variedad de vitaminas y minerales, especialmente las del tipo antioxidantes (Vitaminas E y A, Zinc y Selenio); la colina, un vitaminoide esencial para las embarazadas y niños pequeños que interviene en el desarrollo de la memoria (un huevo contiene el 50 % de las recomendaciones dietarias de este nutriente) y con su ingesta adecuada, mejoran las funciones cognitivas y de la memoria; y un tipo especial de carotenoides -luteína y zaxantina- presentes en la yema del huevo que actúan previniendo la degeneración de la mácula del ojo, relacionada con la edad y el riesgo de sufrir cataratas, como también una disminución muy importante de la visión en los adultos mayores.

Fuente: Estrucplan online

jueves, 17 de noviembre de 2011

El valor de una manzana: Steve Jobs




La muerte alcanzó a Steve Jobs, el consejero delegado de la empresa Apple, a quien la revista Fortune consideró “el empresario de la década”. La mística de Jobs es formidable. Su figura encumbrada bajo el nombre de gurú, visionario, pionero o genio, por sus contribuciones al mundo de la tecnología, parece dejar un espacio vacante. Más allá del mito enaltecido por los cánones que dicta el “sueño americano” (exitoso emprendedor fraguado desde abajo, que invirtió todo lo que tenía por sacar adelante sus ideas y su proyecto), Jobs era un empresario astuto que consiguió volverse multimillonario antes de cumplir los 25 años.
Está claro que el ‘alma mater’ de Apple fue uno de los grandes innovadores y cambió la manera de hacer negocios. Se lo asocia a la creación de una larga serie de avances tecnológicos pero, tal vez, uno de sus logros más visionarios es haber sabido conectar muy bien la tecnología con las tendencias y el diseño, organizando todo un ecosistema alrededor de sus propios productos.
Jobs era hábil para vender su trabajo, aunque tuviera que desfigurar los hechos hasta para que su público estuviera dispuesto a pagar más por sus productos que por los de la competencia. Son varios los productos que Apple lanzó al mercado llenos de defectos y falencias, (el iPhone es buen ejemplo de ello). Sin embargo el éxito siempre lo tuvo asegurado.

Esto nos lleva a preguntarnos cómo se sostiene tal superioridad de mercado sobre una base inestable. No se trata entonces únicamente de una cuestión de productos o de cálculos, sino de emociones. Steve Jobs fundó no sólo una empresa que desarrollaba tecnología, además supo organizar una factoría de emociones en el ámbito de la informática. El consumidor de Apple es fiel incondicional, y la imagen de la manzana mordida es todo un atractivo que provoca una constelación de emociones, generando afinidad, identificación y valor. Precisamente en las últimas tres décadas Jobs redefinió la tecnología y la forma de consumo, basándose en lo que se conoce como Emocional Branding.
Quienes estaban cerca de él lo definían como una persona egocéntrica, perfeccionista, ambiciosa y obsesionado con la competencia. No obstante su branding personal estaba tan correctamente trazado que se le atribuye la invención de una nueva tecnología, a pesar de no haber creado los teléfonos inteligentes, ni las tabletas, ni los reproductores digitales de música. Claramente Steve Jobs era un empresario del que tenemos mucho que aprender, que forjó un modelo de negocio que muchos intentan imitar y que además sabía presentar un discurso muy motivador. Seguramente, aún después de su muerte, podremos seguir bebiendo de su legado.