sábado, 12 de enero de 2013

Esta tormenta de polvo es tan grande que parece una onda del tsunami} Imágenes

original
Nuestro planeta!., esta tormenta de polvo en la costa de Australia. Parece algo salido de una película de Michael Bay.
Las fotos fueron tomadas por Boomer cartel Fishwrecked foros, situado "al oeste de la isla False (Mary Anne Passage)". Otras fotos de la tormenta hacen parecer aún más sorprendente esta imagen, como algo que no es de este mundo (tormenta de arena).

viernes, 11 de enero de 2013

Hillary Clinton, la mamá m´s poderosa del mundo

Clinton, ¿la mamá más poderosa del mundo?

La revista Forbes elaboró la lista de 20 mujeres que logran congeniar sus carreras con la vida familiar. La presidente de Brasil, Dilma Rousseff, quedó segunda en un ránking en el que también figuran Michelle Obama, Beyonce y Aung San Suu Kyi

Crédito foto: AP
 En su misión por catalogar a las personalidades mundiales en listas, la publicación estadounidense armó -con motivo de la proximidad en los Estados Unidos del Día de la Madre- el ranking de las veinte mamás más poderosas del planeta.

El listado es resultado de un análisis de la nómina anual de las cien personas más poderosas y del dinero controlado, poder de decisión y capacidad de influencia de cada mujer.

En el primer lugar se encuentra la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, madre de Chelsea. Forbes recuerda en su artículo que, hace dos años, mientras cumplía con sus funciones diplomáticas, la funcionaria utilizaba su mail para no perderse ningún detalle de la organización de la boda de su hija.

La diplomacia global y los deberes como madre de la novia eran "importantes y estresantes puestos de trabajo", había bromeado Clinton entonces.

Segunda se ubica otra mujer de la política: la presidente de Brasil, Dilma Rousseff. Le siguen Indra Nooyi, ejecutiva de PepsiCo; Sheryl Sandberg, de Facebook; y Melinda Gates, esposa de Bill Gates.

Fuente: Infobae

miércoles, 9 de enero de 2013

Aprende a decir "no" más allá del miedo de herir u ofender a alguien.

“No”, la palabra mágica

 
              
 

¿Por qué no eres capaz de decir que no?
Quieres ayudar. En el fondo no eres más que un alma caritativa que quiere ayudar a todos en la medida en que sea posible… y cuando no también.
Te da pena ser grosera. No quieres que los demás piensen que eres grosera o poco considerada.
Quieres agradar. Piensas que si siempre estás disponible para tenderle tu mano colaboradora a quien la necesite serás más apreciada.
No quieres conflicto. Evitar las situaciones de enfrentamiento es tu mayor prioridad, por lo que prefieres decir que sí a todo.
Temes perder. Te da miedo que si dices que no a alguien, puedas arriesgarte a perder su amistad o afecto.
Aunque todas éstas parezcan razones válidas, también son percepciones de tu cabeza. Una amiga verdadera o alguien que te aprecia entenderá que no puedes estar allí siempre. Entender que no puedes sacrificar tus prioridades por atender las de otros es primordial. Es hora de aprender a decir que no:
“Tengo otros compromisos que me impiden colaborarte con lo que me pides”.
Si estás demasiado ocupada déjaselo saber a la persona lo más pronto posible para que busque ayuda por otro medio. Si te sientes cómoda puedes explicar en qué estás ocupada durante dicho tiempo para que la persona entienda por qué no puedes ayudarla
“Ahora mismo no puedo ayudarte. ¿Qué tal si hablamos en (tres días, una semana, etc.)?”
Si ahora mismo no tienes el tiempo para ayudar con lo que te solicitan pero te gustaría hacerlo en un futuro, o no quieres sonar grosera puedes poner una ventana posterior de tiempo en la que te será posible colaborar. Recuerda que deberás estar dispuesta a ayudar si el tiempo que propones le conviene a la otra persona.
“Me encantaría ayudarte pero…”
ésta es una forma de reafirmar que el proyecto o idea en que trabaja la otra persona es buena y te parece interesante pero tus propios compromisos no te permiten ayudarle.
“Déjame pensarlo, revisar mi agenda, etc.
Esta respuesta te da tiempo para pensar si realmente te interesa hacer parte de lo que te solicitan y ver si tienes el tiempo.
“No soy la mejor persona para lo que necesitas. ¿Qué tal si le preguntas a…?”
Si no tienes las cualidades que crees que se necesitan para ayudar con un proyecto, no digas que sí ya que sólo se convertirá en un motivo de estrés. Sugiere una persona más indicada, si así lo quieres.
“No puedo ayudarte”.
Si no quieres tener que dar excusas o alargar tu respuesta simplemente di que no en un buen tono.
Foto: Stockbyte