martes, 27 de noviembre de 2012

¿Kim Jong-un es el más sexy del mundo?

Para el Partido Comunista chino lo es. Su diario reprodujo al estadounidense The Onion sin entender que era una sátira. “El niño bonito de Pyongyang es el sueño de todas las mujeres”

Crédito foto: EFE
 Parece que el humor estadounidense no cala muy profundo en el gigante asiático. Así lo demuestra el grosero error que cometió el sitio web del Diario del Pueblo al publicar, como una noticia seria, un artículo del satírico diario The Onion ("La Cebolla") donde se le otorgaba al líder norcoreano el galardón de "hombre más sexy vivo".

El medio chino publicó dos párrafos sacados palabra por palabra del periódico estadounidense junto con una serie de 55 fotografías de Kim Jong-un.

El Diario del Pueblo describió al diario satírico como "el sitio web estadounidense The Onion", pero no mencionó su carácter satírico y publicó el informe en inglés y en chino como parte de la información de la rúbrica internacional.

"Con su rostro redondo de una belleza arrolladora, su encanto de joven y su constitución robusta, el niño bonito de Pyongyang es el sueño de todas las mujeres", dice la publicación.

"Bajo esta imagen de hombre fuerte que esconde su lado encantador y tierno, Kim ha roto el corazón de los miembros de la redacción con su perfecto sentido de la moda, su corte de pelo moderno y, evidentemente, su sonrisa legendaria", prosigue el artículo.

Fuente: Infobae

domingo, 25 de noviembre de 2012

Una madre nos cuenta su experiencia y sus luchas de fe

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 Adriana Juez 
 “Me pregunté por qué Dios permitió mi embarazo teniendo cáncer”
“Me pregunté por qué Dios permitió mi embarazo teniendo cáncer”
Adriana Juez sostiene a Valentina, con dos meses de edad (Tele5)
Una madre nos cuenta su experiencia y sus luchas de fe (como cristiana) al encarar de forma simultánea enfermedad y embarazo.Curarse un cáncer de mama y traer un pequeñajo al mundo ya no son retos incompatibles.


 Adriana Raquel Juez, de 37 años, se enteró de que tenía cáncer de mama una semana después de saber que sería mamá por cuarta vez.  “No entendía a Dios. Me preguntaba por qué había permitido que me quedara embarazada sin buscarlo y, además, ahora tenía cáncer. Sentía que me estaba haciendo una broma de muy mal gusto. Enfadarme no me enfadé; si al fin y al cabo, él haría lo que quisiera. Pero no le entendía”.

Ella  es una de las mujeres que en los últimos seis años combinaron en su vida dos retos de grandes dimensiones: curarse un cáncer de mama y traer un pequeñajo al mundo,  atendidas, acompañadas y apoyadas por un grupo de médicos de varias especialidadess de Vall d'Hebron, Barcelona. “Al final nos partíamos de risa, y el asunto no era para bromas..., pero mira que nos prohíben cosas durante el embarazo..., que si no podemos tomar ibuprofeno, ni un antibiótico, ni de nada, y a nosotras nos habían metido ¡una quimio tremenda!", cuenta hoy Adriana mientras sostiene en brazos a su hija Valentina, de dos meses.

 FAMA INESPERADA
 Con motivo de la celebración el 19 de octubre del Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Mamas,  Adriana Juez y otras pacientes del Programa de Cáncer de Mama en Vall d'Hebron fueron entrevistadas por la prensa escrita (en  La Vanguardia ) y televisiva ( Telecinco , entre otros).  Convertirse en una figura pública ha sido para ella “una experiencia más dentro de este proceso”, si bien “jamás me hubiera imaginado capaz de salir en la tele o de hacer reportajes para el diario; pero bueno, ya dice el dicho: no digas de esta agua no he de beber”, comenta risueña.

A sus hijos mayores –un niño y tres niñas- les hacía gracia ver a la mamá y la hermanita en la tele o el diario. “De todos modos sabían el por qué la mamá salía ahí”, dice Adriana.

Aunque le costaba comprender por qué Dios permitía que viviera esto,  se apoyó en su fe en él.  “Pensaba en el versículo que dice que  todas las cosas nos ayudan a bien,  y le decía al Señor: ya me dirás tú, en que me puede ayudar esto para bien”.

 “La fe en el Señor me daba paz –añade- paz de saber que Él tenía en sus manos mi vida y la de mi bebé y que en cada cosa que iba viviendo, Él estaba a mi lado.  Pasaba el tiempo y me daba cuenta que sólo en él podía encontrar consuelo, y aunque no tenía respuesta a la situación, me aferré a estar cerca de él”.

 DILEMA DE UN PADRE CRISTIANO
Para César Barrachina las cosas no fueron fáciles al comienzo. “Cuando el médico me llamó para decirme que Adri tenía cáncer, yo ya sabía que esto era así, mi reacción fue de desesperación. Me planteaba qué iba a hacer yo si las ´cosas salían mal´.Pero mi mayor preocupación era el bienestar de Adri y de la bebé, aunque  tuve un gran dilema interno ético/moral/cristiano acerca de si debíamos abortar.  Incluso lo consulté con algún hermano para saber cuál era la opción menos equivocada si finalmente debíamos decidir por interrumpir el embarazo”, explica hoy.
“La tranquilidad me vino al escuchar a los médicos de Adriana, el Dr. Córdoba y la Dra. Saura. Ellos  nos plantearon que el embarazo podía seguir y que el tratamiento lo empezaríamos tan pronto el bebé tuviera el tamaño preciso. Al escucharles, Dios me mostraba claramente lo que yo necesitaba escuchar, y creo que fue el momento de mi vida en que más gratitud he sentido hacia Dios”,  dice César.
  
 EL FUTURO
 Adriana está ahora de nuevo con una quimio específica para su tipo de cáncer genético, un BRCA1. "Es cierto que no he podido disfrutar de mi embarazo cien por cien, porque vives al día, una cosa tras otra, sin caer en la cuenta de dónde estaba metida", reconoce.
Autores: Verónica Rossato
Fuentes: La Vanguardia