domingo, 24 de junio de 2012

¿Tienes "patas de gallo"? Conoce todo sobre ellas





¿Por qué aparecen? ¿Es posible prevenirlas? ¿Qué métodos hay para tratarlas? Todas las respuestas aquí.

Por M. Francisca Prieto


Es difícil encontrar a una persona adulta
 a la que no se le formen pequeñas arrugas
 alrededor de los ojos cuando sonríe o se 
expone a la luz del sol sin lentes ni 
sombrero. Son las popularmente 
conocidas "patas de gallo", una condición
 bastante común y que quienes la
 presentan suelen erróneamente 
asociarla al envejecimiento de la piel.
Llas “patas de gallo” corresponden a 
arrugas del tipo dinámicas, es decir, 
que se producen debido al movimiento 
de los músculos que se encuentran
 debajo de ellas. "En la zona periocular
 (alrededor de los ojos) la piel es 
delgada y va muy pegada al músculo 
orbicular, el cual se contrae cada vez que uno pestañea. Y con el paso del tiempo, 
cada vez que una persona gesticular, ese músculo va apretando más la piel, lo que 
produce marcas", sostiene.


Sin embargo, el movimiento muscular no es lo único que las provoca. El fotodaño solar
 también tiene mucha influencia en su aparición, debido a que los rayos UV producen
 un adelgazamiento de la piel.


Según el especialista, es relativamente fácil determinar si una persona tendrá o no 
"patas de gallo": sólo basta con fijarse en sus parientes más cercanos. "Hay familias
 que por la forma del rostro, por la forma de gesticular, mueven mucho y marcan mucho
 las 'patas de gallo' desde jóvenes", afirma.


La buena noticia es que en estos casos la prevención puede comenzar de forma muy 
precoz, ojalá desde los 20 años. Ésta básicamente consiste en utilizar cremas de
 contorno de ojos que mantengan la humectación de la zona y también un filtro solar 
adecuado. También es útil acostumbrarse a usar lentes de sol lo suficientemente 
amplios como para que protejan el borde de los ojos, "para que no haya tanto daño 
solar y no se agrave el proceso que va a venir (...) Porque de todas maneras en
 el tiempo (las 'patas de gallo') van a ir llegando".


Otra alternativa, agrega Rodrigo Loubies, es educar el rostro, de manera que
 quienes están acostumbrados a gesticular mucho, atenúen los movimientos de
 esa zona en particular.

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