La extracción del jugo implica utilizar algún aparato para licuar las frutas y verduras crudas. Si bien beber a tragos un vaso de líquido puede ser sabroso y sano, ciertos alegatos respecto a la extracción de jugos son exagerados.
Mayo Clinic Health Letter trata sobre algunas de las aseveraciones respecto a la extracción de jugos que no logran mantenerse en pie al analizarlas. A continuación se mencionan algunos de estos alegatos y la verdad respecto a ellos:
Mito: El cuerpo absorbe más nutrientes de los jugos: esto se basa en la teoría de que la fibra, generalmente filtrada en los jugos, es demasiado fuerte para el sistema digestivo y afecta la digestión de los nutrientes de frutas y verduras.
Realidad: La verdad es precisamente lo opuesto. El sistema digestivo necesita fibra para funcionar adecuadamente y permanecer sano.
Mito: Los jugos ayudan a eliminar las toxinas del cuerpo
Realidad: No existe ninguna prueba convincente que sustente esta aseveración. El hígado y los riñones procesan y eliminan eficazmente las toxinas.
Mito: Beber jugos ayuda a perder peso
Realidad: La pérdida (o ganancia) de peso es asunto de las calorías que se consumen o queman. Los jugos preparados en casa pueden contener gran cantidad de azúcar natural y ser altos en calorías.
Mito: El jugo es económico
Realidad: Las máquinas para preparar jugos pueden costar entre 30 y 300 dólares. En el caso de quienes beben jugo con frecuencia, el coste de preparar jugos en casa, con el tiempo, podría ser menor que comprar jugos 100 por ciento puros. Sin embargo, el gasto en el supermercado puede fácilmente aumentar debido a la cantidad de frutas y verduras necesarias para preparar el jugo. El abordaje más económico sería el consumo de frutas y verduras enteras.
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