Unos han sido breves y directos y otros han sido, por otra parte, más largos. También los han habido en tiempos de relativa paz, pero también han sido pronunciados entre bombas.
De un lado o de otro, aquí teneis los discursos más importantes de todos los tiempos:
10. John F. Kennedy. JFK pronunció el día de su investidura, el 20 Enero 1961, uno de los grandes discursos de la historia de la humanidad. El trigésimo quinto presidente de los Estados Unidos, demostró una oratoria sublime y exquisita, quedando para la posteridad el “No preguntes lo que tu país puede hacer por ti; preguntate lo que tú puedes hacer por tu país.”
Aquí teneis el discurso íntegro y en castellano.
9. Juan Carlos I. La madrugada del 24 de Febrero de 1981 (noche del 23-F), Don Juan Carlos I, dió por televisión, más que un discurso, una declaración institucional de p0co más de 20 segundos, en la que rechazaba cualquier intento de golpe de Estado.
A partir de ese momento el golpe se da por fracasado. Milans del Bosch, aislado, canceló sus planes a las cinco de la mañana y fue arrestado, mientras que Tejero resistió hasta el mediodía del 24.
8. Emmeline Pankhurst. Esta británica ue una de las fundadoras del movimiento de las sufragistas británicas (sufraggettes) . Dedicó su vida a hacer real algo que hoy es normal en los países democráticos: la igualdad de derechos de hombre y mujeres en el voto.
En 1914 se dirigió uno de sus discursos más famosos en Hartford, Connecticut, Estados Unidos. En ese discurso, del que reproducimos una parte a continuación, Pankhurst se presentaba como un soldado y un prisionero que había abandonado temporalmente el campo de batalla.
Gracias a personas como Pankhurst, a su devoción, su liderazgo, su visión y sus sacrificios, muchas desigualdades se superaron. Una inspiración, sin duda, para tantas otras barreras que se erigen en nuestro mundo actual.
Entre las frases más destacadas de su discurso se encuentra la siguiente: "Nos tiene sin cuidado vuestras leyes, caballeros, nosotras situamos la libertad y la dignidad de la mujer por encima de toda esas consideraciones, y vamos a continuar esa guerra como lo hicimos en el pasado; pero no seremos responsables de la propiedad que sacrifiquemos, o del perjuicio que la propiedad sufra como resultado. De todo ello será culpable el Gobierno que, a pesar de admitir que nuestras peticiones son justas, se niega a satisfacerlas"
7. Papa Urbano II. Fue mentor de la Primera Cruzada para recuperar los Santos Lugares. En 1095 y en la ciudad francesa de Clermont-Ferrand, el papa Urbano II, en presencia de nobles, caballeros y alto clero reunidos en un concilio, pronunció un encendido discurso. Entre otras cosas, dijo, entre otras cosas, lo siguiente:
"Guerreros cristianos, que en vano buscáis una y otra vez pretextos para la guerra, regocijaos, pues hoy habéis encontrado un pretexto legítimo. Vosotros, que tan a menudo habéis sido el terror de vuestro prójimo, id y luchad contra los bárbaros, id y luchad por la redención de los Santos Lugares. Vosotros, que por una vil soldada vendéis el vigor de vuestros brazos a la ira de otros, armaos con la espada de los macabeos e id y mereced la recompensa eterna. Si triunfáis sobre vuestros enemigos, los reinos del Este serán vuestra recompensa. Si os vencen, tendréis el honor de morir en el mismo lugar que Cristo y Dios no olvidará jamás que os halló en los santos batallones.
Éste es el momento de demostrar que os anima el verdadero valor, el momento de expiar la violencia cometida en plena paz; las muchas victorias obtenidas a expensas de la justicia y de la humanidad. Si es que necesitáis sangre, mojad vuestras espadas en la sangre de los infieles. Os hablo con severidad porque asíme obliga mi ministerio. ¡Soldados del infierno, sed los soldados del Dios verdadero".
6. Steve Jobs. El presidente de Apple y máximo accionista de Walt Disney Company, es querido por muchos y odiado por, seguramente más personas a lo largo del mundo. Pero tras este discurso pronunciado en una graduación de Stanford en el año 2005 , no se ve a una persona soberbia ni odiosa ni mucho menos. Se ve a una persona con ganas de comerse el mundo cada día, además de que es usado para la motivación de los emprendedores, siendo su idea más clara el "no tengas miedo". Aquí , que lo veas en video (subtitulado).
5. Franklin Roosevelt. En la tarde del 7 de diciembre de 1941, el presidente Roosevelt y su ayudante Harry Hopkins recibieron la llamada del Secretario de Guerra Henry Stimson comunicándole el ataque a Pearl Harbor. Después de reunirse con sus asesores militares el presidente redactó la solicitud al Congreso para la declaración de guerra al Japón.
Luego de corregir el borrador del comunicado, reemplazando algunas frases y palabras, como la famosa "a date which will live in infamy" en vez de la original "a date which will live in world history", el 8 de diciembre a las 12:30 pm, Roosevelt se dirigió al Congreso y a la nación, por radio, solicitando la declaración de guerra.
La respuesta del Congreso fue casi unánime, excepto por la abstención de la representante de Montana la pacifista Jeanette Rankin. A las 4 de la tarde Roosevelt firmó la declaración de guerra.
Sólo habían grabaciones del discurso del presidente, pero el documento original estuvo extraviado casi medio siglo porque Roosevelt no recordó que lo dejó en el Congreso en vez de devolverlo a su secretaria para ser archivado. En el Congreso, el documento original, sin copia, fue aceptado por el Secretario y archivado con los demás documentos de la sesión de ese día. En marzo de 1984, 43 años después, un archivista del Congreso descubrió el documento.
Aquí el discurso completo.
4. Nelson Mandela. Debido a un chivatazo de la CIA, Nelson Mandela fue arrestado en el año 1962 por inducir a la gente a hacer huelga y a salir del país sin permiso, siendo condenado por estos cargos a 5 años de prisión. Dos años más tarde el gobierno presentó cargos adicionales incluyendo el sabotaje o la conspiración para hacer caer al gobierno, siendo condenado por ello a cadena perpetua. Antes de conocer su sentencia dijo unas palabras, entre las que destacaron las siguientes: "He combatido la dominación blanca, y he combatido la dominación negra. He buscado el ideal de una sociedad libre y democrática en la que todas las personas vivan juntas en armonía y en igualdad de oportunidades. Es un ideal por el que espero poder vivir para verlo realizado. Pero si es necesario, es un ideal por el cual estoy preparado para morir”.
3. Martin Luther King. El famoso "I Have a Dream" (Yo tengo un sueño) de este pastor americano, defensor de los derechos de las personas negras, hizo historia aquel 28 de Agosto de 1963 en el monumento a Abraham Licoln.
La verdad que, muy pocas de las alrededor de 200.000 personas que presenciaron este discurso podrían imaginar que en menos de 50 años pudiera llegar un presidente de color a la Casa Blanca.
Aquí podeis ver el discurso subtitulado.
2. Winston Churchill. "Sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor" es una famosa expresión utilizada en un histórico discurso por el primer ministro británico Winston Churchill en 1940, al comienzo de la Segunda Guerra Mundial.
La expresión sin embargo, fue creada por Theodore Roosevelt, en un discurso pronunciado el 2 de junio de 1897 en el Colegio de la Marina de Guerra de los Estados Unidos cuando era Subsecretario de Marina.
Winston Churchill tomó la expresión de Roosvelt y la incluyó en un histórico discurso realizado en la Casa de los Comunes del Parlamento del Reino Unido, el 13 de mayo de 1940. Es posible que Churchill leyera el discurso de Theodore Roosevelt cuando fue designado Primer Lord del Almirantazgo, cargo equivalente al que desempeñaba Roosevelt cuando la formuló inicialmente; pero también es posible que Churchill simplemente hubiera recurrido a las obras de Roosevelt, de amplia difusión, debido a su notable calidad en materia de historia militar.
Fue el primer discurso de Churchill ante el Parlamento luego de haber sido nombrado Primer Ministro del Reino Unido, cuando aún transcurría el primer años de la Segunda Guerra Mundial, luego de reemplazar a Neville Chamberlain el 10 de mayo.
De este discurso se tomó la famosa (y equivocada) expresión, "sangre, sudor y lágrimas".
1. Abraham Lincoln. El Discurso de Gettysburg es el más famoso discurso del presidente Abraham Lincoln. Fue pronunciado en la Dedicatoria del Cementerio Nacional de los Soldados en la ciudad de Gettysburg (Pensilvania) el 19 de noviembre de 1863, cuatro meses y medio después de la Batalla de Gettysburg durante la Guerra Civil Estadounidense. Aunque el cuidadosamente redactado discurso de Lincoln era secundario con los otros discursos del día, ha sido considerado con posterioridad como uno de los más grandes discursos en la historia de la humanidad. o, al menos, uno de los más famosos y citados de la era moderna. Invocando los principios de igualdad de los hombres consagrado en la Declaración de Independencia, Lincoln redefinió la Guerra Civil como un nuevo nacimiento de la libertad para los Estados Unidos y sus ciudadanos.
La traducción íntegra del discurso es la siguiente:
"Hace ocho décadas y siete años, nuestros padres hicieron nacer en este continente una nueva nación concebida en la libertad y consagrada al principio de que todas las personas son creadas iguales.
Ahora estamos empeñados en una gran guerra civil que pone a prueba si esta nación, o cualquier nación así concebida y así consagrada, puede perdurar en el tiempo. Estamos reunidos en un gran campo de batalla de esa guerra. Hemos venido a consagrar una porción de ese campo como último lugar de descanso para aquellos que dieron aquí sus vidas para que esta nación pudiera vivir. Es absolutamente correcto y apropiado que hagamos tal cosa.
Pero, en un sentido más amplio, nosotros no podemos dedicar, no podemos consagrar, no podemos santificar este terreno. Los valientes hombres, vivos y muertos, que lucharon aquí lo han consagrado ya muy por encima de nuestro pobre poder de añadir o restarle algo. El mundo apenas advertirá y no recordará por mucho tiempo lo que aquí decimos, pero nunca podrá olvidar lo que ellos hicieron aquí. Somos, más bien, nosotros, los vivos, los que debemos consagrarnos aquí a la tarea inconclusa que, aquellos que aquí lucharon, hicieron avanzar tanto y tan noblemente. Somos más bien los vivos los que debemos consagrarnos aquí a la gran tarea que aún resta ante nosotros: que, de estos muertos a los que honramos, tomemos una devoción incrementada a la causa por la que ellos dieron hasta la última medida completa de celo. Que resolvamos aquí, firmemente, que estos muertos no habrán dado su vida en vano. Que esta nación, Dios mediante, tendrá un nuevo nacimiento de libertad. Y que el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo no desaparecerá de la Tierra. "
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