viernes, 25 de enero de 2013

Estar enamorada del jefe resulta una relación compleja


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Las relaciones entre los seres humanos siempre presentan su lado complejo, más cuando se trata de sentimientos románticos. Dos personas con crianzas, visiones y pasados diferentes se unen para construir una historia juntas y esto siempre implica trabajo de ambas partes. Sin embargo, hay relaciones que por su naturaleza son más complejas que otras: las parejas conformadas por personas de distintas religiones, aquellas en las que el nivel educativo es diferente o donde la brecha de edad es bastante evidente. En la lista de relaciones complejas está cuando de manera irracional u obsesiva nos enamoramos de nuestro jefe.
¿Qué nos lleva a “enamorarnos” de nuestro jefe?
La seguridad en sí mismo, la inteligencia y el sentido de control son elementos que suelen atraer a la mayoría de las mujeres, y ¿quién representa esto mejor que nuestro jefe? Un hombre generalmente mayor, con más experiencia de vida, con personalidad de líder innato y un gran nivel de control. La atracción por lo prohibido y la idealización pueden ser otros elementos que influyan en nuestro “enamoramiento”.

lunes, 21 de enero de 2013

PERSEVERANCIA Y SUEÑOS



Douglas Corrigan albergaba el profundo deseo de tener su propio avión. Después de una larga lucha, finalmente, en la década de 1930, su sueño se convirtió en realidad. Compró un avión, que en realidad solamente era un montón de chatarra, pero era lo más que Corrigan podía pagar. En respuesta a las burlas de sus amigos, les dijo que en menos de lo que cantaba un gallo convertiría aquel cúmulo de hierrajos en una máquina voladora.
Mientras arreglaba el avión, Corrigan seguía soñando con la idea de volar solo a naves del océano Atlántico, para repetir la hazaña de su ídolo Charles Lindberg.  Cuando le decían que no sabía pilotar un avión, contestó haciéndose mecánico de aviación y aprendió a volar por cuenta propia. En 1927 obtuvo la licencia de piloto de aviación recreativa y, tres años después, la licencia de piloto de transportes de carga. Finalmente, después de una larga lucha para obtener el permiso del gobierno, se le autorizó hacer solo el vuelo de 3,000 millas de Los Ángeles a Nueva York, pero no más.
Milagrosamente, el montón de chatarra voladora llegó a Nueva York después de doce horas de vuelo. Cuando los trabajadores del aeropuerto vieron descender la humeante y crujiente máquina huyeron despavoridos para salvar sus vidas. Algunos de ellos amenazaron con renunciar a su trabajo y abandonar la ciudad si se permitía a aquel esperpento despegar de nuevo. De todos modos, dos días después se le concedió el permiso para despegar e iniciar el vuelo que se convertiría en uno de los más grandes misterios de la historia de la aviación.

¡Fíjate metas elevadas! Dios puede satisfacer los deseos de tu corazón y hacer que se realicen tus planes. Tómale la palabra a Dios. Siempre cumple sus promesas. Intenta grandes cosas y, con su ayuda, realizarás grandes proezas.