jueves, 12 de abril de 2012

Genial experimento que demuestra la estupidez de la fama


| Quique Peinado
Un tipo entra a un centro comercial. Se hace pasar por un famoso. No se parece a ninguna 'celebrity', no imita a alguien conocido: simplemente se inventa que es un actor y se comporta como tal. La reacción de la gente es tan increíble que demuestra que nada es más tonto que adorar la fama.
Hemos convertido la fama en un valor en sí misma. Ser popular, a al menos parecerlo, es suficiente para que la gente se vuelva loca. Da igual por qué eres famoso. Da igual si te conozco. Lo importante es que eres una celebridad.
Este genial experimento lo demuestra. Un tipo anónimo se junta con varios colegas. Entra en un centro comercial de Virginia (Estados Unidos) un domingo cualquiera y hace que sus amigos le hagan parecer un actor conocido: le piden autógrafos, se hacen fotos con él, otros le siguen como su séquito.
El tipo, llamado Thomas Elliot, no se hace pasar por un actor conocido ni tiene el más remoto parecido con ninguno. Simplemente, utilizando su verdadero nombre, hace ver a los demás su supuesta fama.
Pronto empiezan los codazos, los comentarios, los primeros autógrafos. La gente se acerca a él, se hace la foto y luego pregunta quién es. Sus amigos se lo inventan: "Es Thomas Elliot, el de 'Los juegos del hambre'" o "sale en 'Spiderman'".
Pero el proceso de sus repentinos fans es curioso: primero rendir pleitesía al famoso, luego preguntar quién demonios es.
Un grupo de adolescentes lo empieza a perseguir gritando y con algún pequeño ataque de histeria. En siete minutos, el centro comercial le asigna tres guardaespaldas; en 10, las tiendas se vacían para dejar al 'actor' y sus amigos comprar a gusto. La gente tuitea: "¡Oh Dios mío, acabo de ver a Thomas Elliot!".
Al final, el grupito se monta en el coche. En ese momento, una chica de veintitantos años le pasa a Elliot un papel por la ventana. "¿Quieres ir a tomar algo esta noche?", ha escrito, sobre su número de teléfono. El supuesto actor la llama y certifica que sí, la chica está dispuesta a tomar algo... y lo que surja. Claro, no todos los días te encuentras a un famoso por ahí.

miércoles, 11 de abril de 2012

¿Cuanto tardarías en pintar un coche con esmalte de uñas?

¿Cuanto tardarías en pintar un coche con esmalte de uñas?


No hace falta que lo intentéis porque ya han hecho la prueba. Se tarda exactamente 4 días y 2 horas, eso si, hablamos del Fiat 500 que es bastante pequeño.

Y ha sido la propia marca italiana la que ha llevado a cabo el experimento para promocionar el nuevo “Fiat 500 Pink”, una edición limitada que solo se puede comprar a través de la Web. 
Para dicha aventura se han gastado nada menos que 130 botes de pinta uñas rosa, poco me parece, no?
Lo más increíble de esta acción es que era una campaña viral retransmitida en directo, sí!, en directo durante los 4 días que duró!!
Que pena que yo ya tenga uno, porque me compraría este tan mono cueste lo que cueste!!!!

BRITÁNICO PINTÓ SU AUTOMÓVIL CON ESMALTE DE UÑAS ROSA

Imagen: www.auto.newsru.com | Video: www.pinkmyride.tv

BRITÁNIC


Un joven británico pretende lograr un récord de Guinness tras pintar su coche Fiat 500 con esmalte de uñas de color rosa.
David Sheath, de 28 años, necesitó 200 frascos de esmalte rosa e hizo casi 250.000 pinceladas para pintar el vehículo. La información aparece en el portal digital “What Car”, guía británica para la compraventa de autos.
Para su hazaña que se transmitía en vivo por Internet tardó 4 días, dos horas y dos minutos. La compañía italiana Fiat utilizó el video para la promoción de la versión rosa del Fiat Pink.
Durante el pintado Sheath vivió en un estudio en la parte sur de Londres, equipado sólo con una cama, un baño, un televisor, centenares de frascos de esmalte y el mismo automóvil. David dijo que acababa de romper con su novia y esperaba que esto le ayudase a superar el difícil período.

Artículo completo en:http://actualidad.rt.com/tiempolibre/curiosidades/issue_3755.html

EN LAS CALLES DE RUSIA CIRCULA UN AUTO DISFRAZADO DE GATO





Un nuevo ejemplo de la moda automovilística nació en las calles de Cheliábinsk, en los Urales de Rusia, gracias a una niña de 10 años que propuso la idea, y a su madre, que la realizó. El disfraz  fue un regalo de cumpleaños para la pequeña, mismo que su mamá Natalia creó en tan sólo dos semanas, según el portal digital informativo de Rusia vesti.ru.


El “gato” antes era un Chevrolet-Niva, pero hoy apenas se le  puede reconocer. Los ojos son dos pelotas amarillas, sus bigotes están hechos de polietileno y las orejas, de tela rosa. Casi todos los detalles se pegan con cintas de velcro, así que se pueden quitar fácilmente para que no tapen la visibilidad a la conductora, o mejor dicho “domadora”.


Natalia, que trabaja de técnico en contabilidad, cuenta que cuando quería probar el disfraz al aire libre, el tiempo no le favorecía: “O llovía, o nevaba, así que me entraron ganas de terminarlo pronto”. Por eso no tardó mucho en coser la funda.