El tener las uñas limpias y arregladas se ha vuelto parte del ritual de muchas personas, ya que están siempre visibles a los demás y pueden ayudar a la hora de causar una buena impresión. Pero independientemente de que te sean el blanco de muchas miradas, las uñas son también un indicador de tu salud en general.
No importa si son las de las manos o las de los pies, cuando se presentan problemas o anormalidades en las uñas podían estar indicando alguna condición médica como anemia, diabetes, problemas cardíacos o enfermedades pulmonares, entre otras. No es exactamente como predecir el futuro mirando o leyendo la taza de café o las líneas de las manos, pero puede ayudar al médico a detectar ciertas condiciones que se asocian a esos cambios y tomar medidas que puedan evitar problemas que se vuelvan más graves en el futuro.
Antes de que te angusties y que comiences a comerte las uñas –que en general, en personas que tienden a reiterar esta conducta, es un síntoma de ansiedad-, mantente alerta. Si notas algo extraño en tus uñas o tienes alguna duda, lo mejor es que consultes a un dermatólogo para que determine de qué se trata.
¿Ahora bien, te preguntas qué tipo de anormalidades pueden presentarse en tus uñas y ya las estás mirando atentamente en busca de cualquier indicio? Pues bien, entre otros síntomas que pueden presentarse en una o más uñas, puedes encontrar:
- manchas claras u oscuras,
- coloración amarillenta,
- líneas blancas (delgadas por lo general),
- separación de la piel,
- descamación,
- falta de crecimiento,
- deformaciones, pueden ser como si crecieran hacia arriba, en forma cóncava o torcidas,
- reducción del espesor hasta casi alcanzar transparencia,
- levantamiento de los extremos,
- sangrado,
- inflamación de los bordes.
Estas anormalidades en las uñas pueden ser causadas por diferentes razones. Una de las principales es la presencia de hongos. Existen de diferentes tipos y son más comunes de lo que se cree.
Erradicarlos podría ser difícil porque se alojan en la raíz de la uña y frecuentemente la única forma de lograrlo es realizando un tratamiento médico que, en general, requiere tomar medicinas orales o aplicarte un barniz. Dichos tratamientos suelen ser largos y pueden durar de tres meses hasta un año, ya que para que el hongo desaparezca tiene que crecer una nueva uña sana.
Si este es tu caso, no dejes que la posibilidad de un tratamiento largo y difícil te desanime.
Otra problema común que puede presentarse es lo que se conoce como uñas débiles o quebradizas que, como su nombre lo indica, se detecta porque se rompen con facilidad y crecen lentamente. A veces pueden ser dolorosas, al punto de dificultar actividades simples como abotonarse una camisa o quitarle la cáscara a alguna fruta.
Las uñas quebradizas son en general una consecuencia normal del envejecimiento, especialmente en las mujeres, o causadas por causas externas, como el contacto excesivo con el agua. Sin embargo, las uñas que se rompen con facilidad también pueden indicar la presencia de anemia o problemas hormonales (tiroideos).
A diferencia de lo que se cree, el tomar calcio o vitamina A no sirve para que desaparezca esta situación; por el contrario, se recomienda mantener una dieta balanceada con la cantidad adecuada de proteínas.
Otros problemas de las uñas, que a veces requieren tratamiento, incluyen infecciones por bacterias, uñas encarnadas (enterradas), tumores y verrugas.
Para evitar algunos de estos problemas y mantener las uñas saludables, siempre ayuda que mantengas tus uñas limpias, secas y bien cortadas. Además, es preferible que evites cortarte las cutículas, ya que puedes provocarte pequeñas lesiones que pueden generar infecciones.
Si tienes algunos de estos problemas, existen algunas medidas que pueden ayudarte a mantener tus pies en mejor estado. Por ejemplo:
- Mantén tus uñas cortas y límalas en los lugares donde estén engrosadas.
- No uses el mismo cortaúñas o lima en las uñas que estén saludables y en las uñas infectadas.
- Si vas a arreglar tus uñas con algún especialista o alguna persona que se dedica a esto, lleva tus propias limas y cortaúñas.
- Si en tu trabajo te sueles mojar las manos, usa guantes impermeables. Si ese no es tu caso, entonces utiliza guantes de algodón al 100 %.
- Asimismo, utiliza medias de algodón al 100 %, cámbiatelas cuando estén húmedas de sudor o si se te mojan los pies, ponte medias limpias y secas todos los días. Además, puedes poner algún talco contra hongos de venta libre dentro de tus medias, para ayudar a mantener los pies secos.
- Usa zapatos que le den soporte y un área amplia para los dedos de los pies (evita los zapatos puntiagudos que presionan los dedos).
- Evita caminar descalzo en áreas públicas como los vestuarios de los gimnasios o las piscinas.
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