Los ancianos, casados desde hace 36 años y residentes en Nueva Escocia, no eran millonarios, pero tampoco creían tener problemas de dinero.
Cuando ganaron el premio, Violet, la mujer, recibía tratamiento por un cáncer que padecía.
Tras repartir parte del dinero entre sus allegados, la pareja elaboró una larga lista de grupos a los que querían hacer una donación: bomberos locales, iglesias, la Cruz Roja o el Ejército de Salvación.
El hospital donde Violet se sometió a su tratamiento y las organizaciones que luchan contra el cáncer, el alzheimer y la diabetes también se beneficiaron. "Nos hizo sentir bien", afirmó Violet, quien añadió que no tiene "ninguna queja".
Fuente: Orange
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