Aquella vez que te sientas importante,
Aquella vez que pienses que tu ida un hueco irreparable dejará, sigue éstas
simples instrucciones y verás si no te humillarás.
Toma un balde y llénalo de agua introduce tu mano hasta el final. El hueco que queda al sacarla indicará cuánto te han de extrañar.
Salpícala cuando quieras meterla, revuelve a tu gusto hasta cansar, Pero para; y encontrarás en un minuto que ni rastros quedarán de tu agitar.
Moraleja de este risueño ejemplo:
Es que actuar de lo mejor es loable. Ten orgullo de tí mismo, pero recuerda: ¡NO EXISTE EL HOMBRE O LA MUJER INDISPENSABLE!
Autor Anónimo
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